viernes, 11 de mayo de 2012

1- Características Del Romanticismo Musical

El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas.

Romanticismo fue un periodo que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el Clasicismo y continuado por el Modernismo.
El Romanticismo musical está relacionado con el Romanticismo, la corriente de cambios en Literatura, Bellas Artes y Filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el Romanticismo en aquellas Artes y en la Filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones.


2- "Las Aventuras Del Joven Werther" Goethe

Sinopsis

El Werther supuso con su aparición en 1774, todo un fenómeno de masas: influyó en el lenguaje, en las pasiones y hasta en la moda de multitud de jóvenes. El poderoso hálito romántico de la obra, su belleza formal y su expresión epistolar, calaron hondamente en su época y quedaron para la posteridad como muestra perfecta y conjunción feliz de vida y poesía.

RESUMEN DE LA TRAMA
La trama es muy sencilla: Werther, un joven apasionado y sentimental, abandona su ciudad para retirarse a una aldea, donde vive tranquilo, dedicado a la pintura y a la lectura. En un baile conoce a Lotte, que ya está comprometida con Albert. Bailaron juntos la alemana y Werther se enamora de ella perdidamente aún sabiendo que ella ya está prometida con Albert, que se encuentra de viaje. Albert representa el orden, la frialdad la clase social alta de la época. Aprovechando la ausencia de éste, Werther visita con frecuencia a la joven. Cuando Albert vuelve, traba amistad con Werther. Éste aún dudando de los sentimientos de Werther, le permite continuar viendo a Lotte. El amor que siente Werther va en aumento cada día que pasa, y se acrecienta mucho más aún cuando adivina que Lotte, arrastrada por la fuerza de su pasión, se siente atraída hacía él también. Werther decide que alguno de los tres ha de morir, y ése será él. Va a visitar a Lotte el domingo antes de Nochebuena. Lotte pide a Werther que le lea su traducción de Ossian y se echan a llorar porqué veían su propio infortunio en el destino de esos nobles héroes. Entonces es cuando Werther, desesperado, se atreve a besar a Lotte y se despiden con un <<¡Adiós para siempre!>>, Lotte intuía la idea de Werther. Werther, manda al criado para pedir prestadas las pistolas de Albert para su viaje, que Lotte le entrega temblando. Werther se suicida y es descubierto por su criado, quien avisa al médico y a Albert. Al enterarse de la desgracia, Lotte se desmaya. Expira a las doce del mediodía.


3- La Sinfonía De J. Brahms

El ciclo sinfónico de Johannes Brahms (Hamurgo, 1833 – Viena, 1897) es uno de los más interesantes y atractivos de la música sinfónica centroeuropea del siglo XIX. En los comentarios sobre estas cuatro sinfonías suele anotarse el hecho de que Brahms tuviera ciertas reticencias a entrar en el mundo de la sinfonía después de lo que, a su juicio, suponía la Novena de Beethoven. Se dice que en alguna ocasión el compositor hamburgués expresó que Beethoven había culminado, y cerrado, el camino de la forma sinfonía. Opinión contraria expresó el director Hans von Büllov, cuando calificó a la Primera Sinfonía de Brahms como la Décima, de Beethoven, estableciendo así la continuidad y evolución del género.
Es cierto que la primera de las sinfonías brahmsianas llegó cuando el compositor era ya un hombre maduro (tenía 43 años) y sobre todo un músico ya hecho, pues en 1876 –año del estreno- Brahms había dado a conocer obras de tanta entidad y significación como su Concierto para piano nº 1, las Variaciones sobre un tema de Haydn, y mas de 60 composiciones para piano, voces solistas o a coro y música de cámara; pero las otras no tuvieron que esperar tanto tiempo. La Segunda es de 1877, la Tercera de 1882 y la Cuarta de 1885.
En la Primera, en Do menor, Op. 68  trabajó Brahms, con distinta intensidad, unos quince años; es, en consecuencia, una obra muy detallada y meditada, influida por Beethoven, de un cierto carácter solemne. La Segunda, en Re mayor, Op. 73. es la más ligera de las cuatro, y se mueve entre el aire pastoril de su primer tiempo, y el ímpetu del último, contrastando con ellos el carácter de danza campesina del tercero. A la Tercera, en Fa mayor, Op. 90 podemos asignarle un intenso carácter emocional, señalado por la tensión de su último tiempo, con el que contrasta el que le precede, lírico y elegante. La Cuarta, en Mi menor, Op. 98, es una obra monumental en la que se destaca la arquitectura de su construcción, elaborada y firme, sin adornos inútiles y cuyo emocionante final es uno de los grandes movimientos de la forma sinfonía.
La Orquesta de Cadaqués nació en 1988 para ser el apoyo instrumental básico del Festival que esa bella localidad gerundense lleva celebrando hace más de 35 años. Se trata de una formación cuyo número de instrumentistas se acerca al de las orquesta de que pudo haber dispuesto Brahms para interpretar sus sinfonías. Con este punto de partida, los responsables de la grabación, pretenden obtener el equilibrio sonoro entre las distintas familias orquestales que habría conocido el propio Brahms.
Se haya conseguido o no, lo cierto es que estamos ante la primera grabación de este ciclo sinfónico realizada por una orquesta española. Grabación, además, realizada en directo (eso figura en la carpetilla del CD, aunque no hay el menor ruido habitual en este tipo de grabaciones), lo que añade más mérito a la interpretación del director italiano Ginandrea Noseda. En términos generales podemos hablar de una buena versión, que destaca los numerosos planos sonoros de la escritura de Brahms, los múltiples detalles de las intervenciones de los solistas, y el gran conjunto arquitectónico de estas cuatro sinfonías. Hay momentos de gran sonoridad, quizá algo excesivas en las intervenciones de la percusión, pero es una lectura de primer nivel, brillante, expuesta con autoridad, destacando el importantísimo entramado contrapuntístico y armónico de estas grandes sinfonías. Resoluciones dinámicas importantes, ritmo y vigor en los tempos, son detalle que también deben destacarse.


4. El Piano Romántico: Compositores Para Piano

El piano romántico

  • Franz Schubert (1797–1828), compositor austriaco, gran incomprendido en su tiempo, cuyos Lieder (canciones para voz solista y piano basadas en poemas alemanes) están entre las obras maestras de este género, y cuyos trabajos instrumentales son un puente entre el clasicismo y el romanticismo del siglo XIX.
Nació en Lichtenthal, cerca de Viena, el 31 de enero de 1797. Hijo de un párroco maestro de escuela, entró en el coro de niños de la Capilla Imperial en 1808 y comenzó a estudiar en el Konvikt, una escuela para cantantes de la corte, en cuya orquesta también tocaba el violín. Escribió además obras para piano, música sinfónica, religiosa y numerosas óperas. Murió el 29 de octubre de 1828 a los 31 años de edad.
  • Felix Mendelssohn (1809–1847), compositor alemán, una de las principales figuras de comienzos del romanticismo europeo del siglo XIX.
Nació el 3 de febrero de 1809 en Hamburgo y su verdadero nombre era Jakob Ludwig Felix Mendelssohn-Bartholdy. Nieto del famoso filósofo judío Moses Mendelssohn, adoptó su segundo apellido, Bartholdy, cuando la familia recibió una herencia de un pariente con este apellido, aunque normalmente se le conoce por su primer apellido. En su infancia toda la familia se convirtió al protestantismo. Fue de genio precoz, de niño conoció a Goethe y recibió una cuidada educación. A los 9 años Mendelssohn debutó como pianista y a los 11 años interpretó su primera composición. Compuso la obertura Sueño de una noche de verano cuando tenía 17 años y la obra que contiene la famosa Marcha nupcial 17 años después. Tuvo como profesores al compositor y pianista checo Ignaz Moscheles y al compositor alemán Carl Friedrich Zelter. A Mendelssohn se le atribuye el haber redescubierto la obra de Johann Sebastian Bach, al estrenar en 1829 su Pasión según san Mateo.
  • Frédéric Chopin
Nació el 1 de marzo de 1810 en Zelazowa Wola, cerca de Varsovia. Hijo de padre francés y madre polaca, comenzó a estudiar piano a los cuatro años. Aprendió la técnica del instrumento prácticamente de forma autodidacta, aunque más tarde estudió armonía y contrapunto en el conservatorio de la capital polaca. También fue precoz como compositor: su primera obra publicada data de 1817. Desde muy joven mantuvo estrecha relación con las altas esferas sociales, ante quienes tocaba en sus reuniones musicales. Tras graduarse con honores en el conservatorio, su padre solicitó una beca del gobierno polaco para que pudiera ampliar su formación en el extranjero, ayuda que le fue denegada. A los 20 años de edad deja su Polonia natal en un viaje de estudios; nunca regresará. Se establece en París, donde morirá el 17 de octubre de 1849, víctima de la tuberculosis. Su obra se caracterizó por el intimismo, la delicadeza, la facilidad melódica, y una revolucionaria técnica de ejecución. El piano fue su instrumento por excelencia, y tuvo gran popularidad e influencia en los compositores de su época.
  • Robert Schumann (1810–1856), compositor alemán del Romanticismo. Desde niño, ya demostraba sus cualidades musicales, y su padre lo apoyó durante su formación procurándole un profesor de piano. La dedicación a su carrera musical se vio truncada por la muerte de su padre, aunque posteriormente reemprendería sus estudios. Fue un brillante compositor y crítico musical, lo que le permitió descubrir a Johannes Brahms cuando era un joven de veinte años. En 1839, Robert se casó con Clara Wieck, y tuvieron ocho hijos. Finalmente, durante sus últimos años se acentuaron las depresiones, crisis, intentos de suicidios y periodos de reclusión. Murió de tifus en un sanatorio.
  • Franz Liszt
  • Johannes Brahms
De origen alemán, es uno de los compositores más importantes del siglo XIX, cuyas obras combinan lo mejor de los estilos clásico y romántico. Brahms nació en Hamburgo el 7 de mayo de 1833. Después de estudiar violín y violonchelo con su padre, contrabajista del teatro de la ciudad, Brahms se especializó en el piano y comenzó a componer bajo la tutela del maestro alemán Eduard Marxsen, cuyo conservador gusto musical dejó una profunda huella en él. En 1853 inició una gira de conciertos como acompañante del violinista húngaro Eduard Reményi. Durante esta gira conoció al violinista, también húngaro, Joseph Joachim, quién lo presentó al compositor alemán Robert Schumann. Schumann se quedó tan sorprendido con las composiciones de Brahms, obras aún no editadas, que escribió un apasionado artículo en una revista de la época sobre el joven compositor. Brahms cobró un sincero afecto a Schumann y su mujer, la famosa pianista Clara Josephine Schumann, y esta amistad y el aliento que recibió de ellos le proporcionaron energías para trabajar sin descanso. Muchos biógrafos han escrito sobre la atracción que sentía Brahms por Clara, aunque nunca se la reveló abiertamente, ni siquiera tras la muerte de Schumann en 1856, y jamás se casó.

miércoles, 9 de mayo de 2012

4.1- Álbeniz, Falla, Y Granados

Isaac Albéniz

1860 - 1909 (Girona, España)

Isaac Albéniz Nació el 29 de mayo de 1860 en Camprodón, Girona. Recibió de su hermana las primeras lecciones de piano. Su primer concierto público tuvo lugar cuando tan sólo tenía 4 años, mismo año en el que fue presentado en el teatro Romea (Barcelona). A los ocho años se traslada con su familia a Madrid, asistiendo a las clases de Mendizábal en el Conservatorio. Se fugó de su casa cuando contaba 9 años y se embarcó en la fragata España con destino a Puerto Rico. Durante la travesía entretuvo a los pasajeros tocando el piano para pagar el pasaje. En Latinoamérica trabajó como pianista en varios países: Argentina, Uruguay, Brasil, México y Cuba. En el otoño de 1873 regresa a Madrid. Entre 1875 y 1878 asistió al Conservatorio de Bruselas y, poco tiempo después se transladaria a Budapest, donde entabla amistas con el compositor y pianista húngaro Franz Liszt (1878) y el compositor nacionalista español Felipe Pedrell (1883).
En 1891 se instala en Londres y en 1893 fija en París su casi habitual residencia; amigo de D'Indy, Chauson, Fauré, Dukas, Debussy y Ravel. Su obra maestra son las cuatro suites para piano Iberia (1906-1908), composición virtuosística y musicalmente compleja, compuesta en Niza durante algo más de dos años. También hay que destacar las piezas para piano Rapsodia española y Suite española, las óperas El Ópalo mágico (1893) y Pepita Jiménez (1896). Además fue autor de zarzuela y de lieder. Falleció el 18 de mayo de 1909 en Cambo-les-Bains (Francia). 

MANUEL DE FALLA

Durante su estancia en París compuso sus obras más célebres: la pantomima El amor brujo y el ballet El sombrero de tres picos (compuesto para cumplimentar un encargo de los célebres Ballets Rusos de Sergéi Diágilev), las Siete canciones populares españolas para voz y piano, la Fantasía Baética para piano y Noches en los jardines de España, estrenada en el Teatro Real en 1916. Su estilo fue evolucionando a través de estas composiciones desde el nacionalismo folclorista que revelan estas primeras partituras, inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su inspiración en la tradición musical del Siglo de Oro español y al que responden la ópera para marionetas El retablo de Maese Pedro, una de sus obras más alabadas, y el Concierto para clave y cinco instrumentos. La madurez creativa de Falla comenzó con su regreso a España, en el año 1914.
En las obras El retablo de Maese Pedro y el concierto para clavecín y orquesta de cámara de 1926 se percibe cómo la influencia de la música folclórica es menos visible que una suerte de neoclasicismo al estilo de Ígor Stravinski. Mientras que en sus obras anteriores Falla hacía gala de una extensa paleta sonora, heredada directamente de la escuela francesa, en estas últimas composiciones, su estilo fue haciéndose más austero y conciso, y de manera especial en el Concierto. Los últimos veinte años de su vida, Manuel de Falla los pasó trabajando en la que consideraba había de ser la obra de su vida: la cantata escénica Atlántida, sobre un poema del poeta en lengua catalana Jacinto Verdaguer, que le había obsesionado desde su infancia y en el cual veía reflejadas todas sus preocupaciones filosóficas, religiosas y humanísticas.

ENRIQUE GRANADOS

 El estilo de Granados es una original mezcla que recoge la gran tradición romántica de Schumann y Chopin y el impulso del nacionalismo musical, tan pujante a finales del siglo XIX. En su música, Granados no manifestó una especial atracción por lo catalán, sino más bien por los períodos clásico y romántico de España, especialmente por lo madrileño. El mundo de la tonadilla, el folclore urbano de Madrid y su admiración por Goya inspiraron sus trabajos más destacados. Sus mejores obras se encuentran posiblemente entre la producción pianística (Danzas Españolas y Goyescas) y vocal (Tonadillas). Su obra orquestal no ha dejado más que una impresión tibia. Sólo el Intermezzo de la ópera Goyescas ha gozado del favor unánime del público, aunque fue escrito en el último momento y con las consiguientes prisas y por necesidades puramente escénicas, para salvar un tiempo muerto en el cambio de decorados. La ópera Goyescas se resiente del obligado molde que imponía la música ya escrita: el estatismo de la acción y la pobreza del argumento, la artificialidad y retorcimiento del texto, pasan factura a una obra que, por otra lado, cuenta con valores musicales evidentes.

4.2- Lizt Y Chopin

LIZT

Durante sus años como virtuoso viajero, Liszt interpretó una gran cantidad de conciertos en toda Europa, pero su repertorio básico siempre se centró en sus propias composiciones, paráfrasis y transcripciones. Al analizar los conciertos alemanes de Liszt entre 1840 y 1845, se observa que las cinco piezas más interpretadas fueron los Grand Galop Chromatique, Der Erlkönig de Franz Schubert (la transcripción de Liszt), Réminiscences de Don Juan, Réminiscences de Robert le Diable y Réminiscences de Lucia de Lammermoor. Entre las obras de otros compositores, se encuentran composiciones como Invitación a la danza de Carl Maria von Weber, las Mazurcas de Frédéric Chopin, estudios de compositores como Ignaz Moscheles, Chopin y Ferdinand Hiller, pero también grandes obras de Beethoven, Weber y Hummel y, de vez en cuando, incluso selecciones de obras de Bach, Händel y Domenico Scarlatti.
La mayoría de los conciertos en esa época los compartió con otros artistas y, como resultado, también solía estar acompañado por cantantes, participaba en música de cámara o interpretaba obras con una orquesta, además de su parte como solista. Las obras que interpretó con mayor frecuencia fueron Konzertstück de Weber, el Concierto Emperador y la Fantasía coral de Beethoven y la revisión de su Hexameron para piano y orquesta. Su repertorio de música de cámara incluía el Septeto de Hummel, el Trío Archiduque y la Sonata Kreutzer de Beethoven, y una gran selección de canciones de compositores como Gioachino Rossini, Gaetano Donizetti, Beethoven y, en especial, Schubert. En algunos conciertos, Liszt no pudo encontrar músicos con los que compartir el programa y, por tanto, fue uno de los primeros músicos en dar recitales como solista de piano en el sentido moderno de la palabra. El término fue acuñado por el editor Frederick Beale, quien lo sugirió para el concierto de Liszt en el Hanover Square Rooms de Londres el 9 de junio de 1840, a pesar de que Liszt había dado conciertos en solitario ya en marzo de 1839.


CHOPIN

Chopin y el piano

El piano alcanzó en el siglo XIX su máxima popularidad. Había dejado completamente de lado al clavicémbalo y se adecuó perfectamente a la expresión individual del sentimiento, característica del Romanticismo. Los fabricantes perfeccionaban el instrumento mejorando su variedad de matices, la pureza y riqueza del timbre y las posibilidades sonoras.
Ante la posibilidad de que Chopin fuera un autodidacta del piano, Alfred Cortot afirmó que «nunca recibió lecciones de piano» y varios estudios sobre el músico enfatizan lo mismo: «un pianista sin maestros de piano». Lo cierto es que Chopin sí recibió lecciones de piano pero de músicos que no eran pianistas profesionales: Żywny era violinista y Elsner era compositor. Ambos le dieron las herramientas básicas y supervisaron sus primeros pasos, pero no encaminaron al joven hacia un método, escuela o estilo particular. Probablemente recibió lecciones irregulares de Wilhelm Würfel; si eso fuera cierto, éstas habrían sido las únicas clases de parte de un verdadero pianista. En todo caso, el adolescente Chopin era consciente de su personal estilo y de la necesidad de proseguir solo en la búsqueda de una técnica y un sonido propios, sin seguir ni imitar a nadie en particular. Rechazó asistir a las clases de piano cuando ingresó en el Conservatorio de Varsovia en 1826 y, después, al llegar a París en 1831, rechazó cortésmente una invitación para recibir clases de piano por Kalkbrenner, uno de los pianistas más notables y técnicos de su tiempo.

5. La Orquesta Post-Romántica Y Principio Del Siglo XX


En los primeros años del siglo XIX Beethoven utilizó una plantilla orquestal similar a la del Clasicismo pero introdujo algunos cambios relevantes que dieron como resultado un tratamiento enérgico e impetuoso de la orquesta. Enriqueció la sección de los aerófonos al introducir sistemáticamente trombones, contrafagot y flautín. También amplió el número de trompas de dos a cuatro.
Por otro lado el diseño instrumental durante las primeras décadas del siglo XIX mejoró notablemente. El desarrollo de las trompas con válvulas y de las trompetas  con pistones, permitió a estos instrumentos tocar escalas cromáticas completas y participar más activamente de la textura orquestal. Además la inclusión de la tuba aseguró la presencia de un instrumento de metal bajo en la orquesta.
Héctor Berlioz, compositor francés que trabajó en la primera mitad del siglo XIX, también enriqueció   notablemente el papel de la orquesta así como su extensión. Desde sus primeras obras hizo uso del contrafagot, del corno inglés, de 4 trompetas, de 3 o 4 timbales (por ejemplo en su Sinfonía fantástica), del clarinete bajo, de 4 arpas e incluso del piano tocado a cuatro manos. Con todo este colorido orquestal  se lograban efectos hasta ahora desconocidos en el arte de la orquestación (así lo explica Berlioz en su “Tratado de instrumentación” de 1844).
Siguiendo los pasos de Berlioz, Richard Wagner hace crecer el aparato orquestal, fundamentalmente la familia de los metales (4 trompetas, 4 trombones, tubas, 8 trompas) y de las percusiones. Richard Strauss y Gustav Mahler, compositores postrománticos, continuarán los pasos de Wagner  empleando una orquesta de plantilla colosal. Mahler llegó a escribir La sinfonía de los mil (Octava sinfonía) en la que además de dos coros mixtos, uno de voces infantiles y 8 solistas, se requiere una orquesta de 140 instrumentistas. El propio Mahler tuvo que dirigir la interpretación con una batuta luminosa para ser visto desde lejos.
Por otra parte  en el siglo XIX surge la figura del director tal y como lo conocemos hoy en día . La costumbre de dirigir desde el teclado del continuo (que ya desaparece a lo largo del siglo XVIII) o desde el atril del primer violín  deja de ser práctica. Surgen en este periodo grandes directores-compositores como Berlioz, Mendelssohn o Wagner, pero a finales de siglo  los directores se especializarán únicamente en el arte de coordinar el instrumento orquestal. De este modo se separan los oficios de director y compositor.

martes, 8 de mayo de 2012

5.1 Malher, Strauss y Wagner

Mahler, Gustav

Romanticismo

Chequia [1860-1911]
Nacido en Bohemia. Compositor y director de orquesta que vivió en Viena la mayor parte de su vida. Su infancia fue signada por la enfermedad y muerte de varios de sus hermanos. Su familia, a pesar de su judaismo, se encontró integrada dentro de la minoría germánica en territorio eslavo. Luego estudió en Viena con Epstein, Fuchs y Krenn. Tras dirigir orquestas de operetas, consiguió conquistar los escenarios más importantes de Leipzig, Budapest y Hamburgo, llegando a dirigir el teatro de ópera de Viena, donde era odiado por su origen, por su inflexibilidad y genio. Después de un período extenso al frente de esa institución, viajó a Estados Unidos para presentar algunas de las obras maestras del repertorio wagneriano. Como compositor, fue uno de los máximos exponentes de la sinfonía posromántica y autor de ciclos de canciones de suprema calidad.

Wagner, Richard

Romanticismo

Alemania [1813-1883]
Compositor de origen alemán, renovador de la ópera romántica. A los seis meses de nacer Richard, murió su padre y su madre se volvió a casar con el actor Geyer, que trajo el amor por la cultura al hogar. También falleció siendo Richard un niño de ocho años. Su inclinación hacia la música no despertó hasta conocer las obras de Weber y Beethoven. Tras de una vida laxa e invertida en el juego y las mujeres, se casó y viajó a París y luego a Dresde, donde su obra fue reconocida. En 1848 se unió a los revolucionarios, escribió artículos políticos y se exilió en Suiza. Fue censurable en casi todos los aspectos, excepto en el arte. Al regresar a Munich se separó de su esposa y vivió una historia de amor con Cosima, la hija de Franz Liszt y esposa de Hans von Bülow. Con ella volvió a Suiza.

Richard Georg Strauss

 Fue un destacado compositor y director de orquesta alemán cuya larga trayectoria abarca desde el Romanticismo tardío hasta la mitad del siglo XX. Es conocido particularmente por sus óperas, poemas sinfónicos y Lieder. Strauss, junto con Gustav Mahler, representa el extraordinario florecimiento tardío del Romanticismo germánico después de Richard Wagner, en el cual un desarrollo elaborado y complejo de la orquestación se une a un estilo armónico avanzado. La música de Strauss influyó profundamente en el desarrollo de la música del siglo XX.

5.2 Stravinsky. La Consagración Con La Primavera

Ígor Fiódorovich Stravinski  fue un compositor y director de orquesta ruso, uno de los músicos más importantes y trascendentes del siglo XX.
Su larga existencia —murió cuando iba a cumplir los 89 años— le permitió conocer gran variedad de corrientes musicales. Resultan justificadas sus protestas contra quienes le tildaban como un músico del porvenir: "Es algo absurdo. No vivo en el pasado ni en el futuro. Estoy en el presente". En su presente compuso una gran cantidad de obras clásicas abordando varios estilos como el primitivismo, el neoclasicismo y el serialismo, pero es conocido mundialmente sobre todo por tres obras de uno de sus períodos iniciales —el llamado período ruso—: El pájaro de fuego (L'Oiseau de feu, 1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (Le sacre du printemps, 1913). Para muchos, estos ballets clásicos, atrevidos e innovadores, prácticamente reinventaron el género. Stravinski también escribió para diversos tipos de conjuntos en un amplio espectro de formas clásicas, desde óperas y sinfonías a pequeñas piezas para piano y obras para grupos de jazz.

LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

 La Consagración de la Primavera se subdivide en dos partes que son, El Beso de la Tierra y El Gran Sacrificio. Cada una de estas partes está constituida por una serie de juegos rituales y encantamientos que han de desembocar respectivamente en La Danza de la Tierra y en La Danza Sagrada.

* EFECTIVOS ORQUESTALES: 4 flautas, flauta piccolo, 4 óboes, corno inglés, 3 clarinetes, clarinete piccolo, clarinete bajo, 4 fagots, contrafagot, 8 trompas, 5 trompetas, 3 trombones, 2 tubas, timbales grandes, timbales pequeños, triángulo, pandereta, guiro, címbalos antiguos, címbalos convencionales, bombo, tam-tam y quinteto de cuerdas.
* Duración aproximada de la ejecución: Entre 35 y 38 minutos  Fue en el terreno del ballet donde tal vez Stravinski escribiera las obras más representativas de su genio artístico y posiblemente las más logradas. Las catorce partituras que dedicó Stravinski a la escena pertenecen a un género bien determinado, el gran ballet sinfónico. Sin embargo, existe una gran diferencia con respecto a sus predecesoras y es que la música no está al servicio del coreógrafo sino que se impone a este con pleno derecho. La Consagración de la Primavera es la gran e inmortal obra maestra de Igor Stravinski y, posiblemente, la mejor partitura orquestal de todo el siglo XX. Pese a las influencias que pueden advertirse de otros compositores (Rimski-Korsakof, Debussy o Scriabin) supone una ruptura total con la música descriptiva de los músicos impresionistas. La música ya no evoca o describe los sentimientos o escenarios sino que figura, transponiendo al mero plano sonoro, un acto hecho música. Con La Consagración de la Primavera, el primitivismo y la barbarie irrumpieron en la música pero organizados de un modo auténticamente supremo. Es también un grito de liberación en lo más íntimo, secreto y fundamental del corazón de las personas.

 El impacto producido por La Consagración de la Primavera se debe a la novedosa condensación de todos los elementos de la escritura musical: Los recursos armónicos (Ásperos acordes superpuestos y en distintas tonalidades), los ensamblajes tímbricos (Crudos efectos acústicos con poderosas pulsaciones), la riqueza temática (Temas populares rusos en compases irregulares de cinco, siete e incluso once tiempos) y la fuerza del ritmo (Continuos cambios y saltos rítmicos, una orgía desenfrenada sobre todo al final de la obra) no tienen parangón con la música que se había compuesto anteriormente, abriendo el oído al universo sonoro del futuro. Por ello, La Consagración de la Primavera es una de las obras capitales dentro de la historiografía de la música y su influencia, pese a no haber suscitado una corriente de imitaciones, es fundamental para el posterior desarrollo de las vanguardias musicales del siglo XX.


viernes, 4 de mayo de 2012

6. Segunda Escuela De Viena


La Segunda Escuela de Viena: luminosa música atonal y dodecafónica


La atonalidad y el dodecafonismo, o música serial, fueron dos formas musicales cuyo origen se situó en Viena, en la llamada Segunda Escuela, y cuyos máximos representantes fueron Anton Webern, Alban Berg y Arnold Schönberg (izda a dcha. de la foto), allá por los primeros años del s. XX. Autores de obras que marcaron un antes y después sobre una forma de hacer música que supondría la ruptura total con la tonalidad (expresión musical de escalas mayores y menores utilizada hasta entonces por todos los compositores del período clásico y romántico).
Formas, la atonal (en la cual se disuelve la armonía) y dodecafónica (doce sonidos en la escala cromática de igual equivalencia) que resultaron “extrañas” en su momento a los oídos de la mayor parte de los melómanos, acostumbrados (para bien o para mal) a los registros trillados de siempre, es decir, al sistema tonal…o, en el mejor de los casos, a obras elaboradas sobre modelos cromáticos o neoclásicos. Se puede decir que hoy día tampoco es que gocen del favor del gran público, muy conservador, en las salas de concierto.

El principal aporte de la Segunda Escuela Vienesa en la música clásica es su audaz incursión en la atonalidad y luego en el dodecafonismo, que tuvieron una poderosa influencia durante todo el siglo XX, y que dio lugar después al serialismo, inspirado sobre todo por Webern.

MUSICA ATONAL Y DODECAFÓNICA 

El dodecafonismo o música dodecafónica, que significa música de doce tonos  es una forma de música atonal, con una técnica de composición en la cual las 12 notas de la escala cromática son tratadas como equivalentes, es decir, sujetas a una relación ordenada que (a diferencia del sistema mayor-menor de la tonalidad) no establece jerarquía entre las notas. La música tradicional y popular actual suele ser tonal, y por lo tanto tener una nota de mayor importancia, respecto a la cual gravita una obra (esta nota indica la tonalidad, como Do mayor o La menor). Cualquier sistema tonal implica que unas notas (la tónica o ancla y sus socios naturales) se utilizan mucho más que otras en una melodía. Lo que hizo el fundador de la música dodecafónica, Schönberg, fue prohibir por estatuto usar una nota más que otra: la melodía dodecafónica debe llevar las 12 notas que hay en la escala cromática. Se escribe siguiendo el principio de que todos los doce semitonos o notas son de igual importancia. La relación interna se establece a partir del uso de una serie compuesta por las doce notas. El compositor decide el orden en que aparecen con la condición de que no se repita ninguna hasta el final.



http://www.volumen11.com/forums.html?func=view&catid=42&id=3313
 
 

7. ¿Qué es el Impresionismo Musical?


  • IMPRESIONISMO MUSICAL 
  •  
  • Hablar de música impresionista puede resultar inexacto ya que el Impresionismo es un movimiento pictórico. Al traspasar categorías ópticas a categorías auditivas corremos el riesgo de caer en convencionalismos formados de antemano. El color representa un factor vago e impreciso cuando con él pretendemos definir una característica sonora. En lo que sí podemos encontrar coincidencias es en la finalidad estética perseguida por uno y otro arte. Pero entonces comprobaremos que la música llamada impresionista se emparenta con otros movimientos estéticos diferentes y aún opuestos al Impresionismo. Efectivamente, la sugestión tímbrica , que constituye uno de sus rasgos más atractivos la enlaza con el Simbolismo literario . Esto es debido a que en los últimos años del siglo XIX francés hubo una serie de compositores que vivieron en estrecho contacto con los pintores impresionistas y con los poetas simbolistas . Dar a esta música el calificativo de “impresionista” es, por tanto, ver sólo una parte de la realidad.
  •  La música impresionista no trata de expresar emociones profundas ni de contar una historia, sino de evocar un clima, un sentimiento fugaz, una atmósfera, con la ayuda de títulos sugerentes y ocasionales reminiscencias de sonidos naturales, ritmos de danzas, trozos de melodía y cosas similares. El Impresionismo se basa en la alusión y el sobreentendido, y en cierto sentido, es la antítesis de las expresiones profundas, vigorosas y rectilíneas de los románticos. Un rasgo común a todos los compositores impresionistas va a ser un esteticismo a ultranza por el cual la obra de arte es considerada un fin en sí misma, un objeto precioso e inútil cuya contemplación hace olvidar lo grosero e imperfecto de la vida cotidiana. Sus innovaciones son aceptadas y permiten que el desarrollo de la música se produzca al mismo tiempo que el del resto de las artes. Por una vez, la música no se queda atrás. 

MAURICE RAVEL
Joseph Maurice Ravel  fue un compositor francés del siglo XX. Su obra, frecuentemente vinculada al impresionismo, muestra además un audaz estilo neoclásico y, a veces, rasgos del expresionismo, y es el fruto de una compleja herencia y de hallazgos musicales que revolucionaron la música para piano y para orquesta. Reconocido como maestro de la orquestación y por ser un meticuloso artesano, cultivando la perfección formal sin dejar de ser al mismo tiempo profundamente humano y expresivo.

Ravel y Elconcierto para mano izquierda...
De los conciertos de la última etapa de su vida, uno es exclusivamente para la mano izquierda del solista, pues Ravel lo escribió para el pianista mutilado de guerra Paul Wittgenstein, hermano del filósofo Ludwig Wittgenstein, que había perdido el brazo derecho en la I Guerra Mundial. El de Ravel es una pieza de enorme virtuosismo, escrita sin pausas. El otro fue concebido como una rapsodia vasca para piano que Ravel tenía la intención de preparar para una gira, pero finalmente la convirtió en un concierto para piano y orquesta en tres movimientos, en el que son perceptibles los elementos folklóricos que formaron parte de las primeras ideas de Ravel para esta obra (Ravel había nacido en el país vasco francés). En conjunto, la obra no se aparta excesivamente del tipo de concierto tardo-romántico. Algo semejante hicieron por él otros compositores, como Prokofiev, Scriabin y Richard Strauss (este último compuso una pieza titulada Panathenaenzug para piano y orquesta).
Elisso Wirssaladze - Ravel Piano Concerto (Left Hand)




 CLAUDE DEBUSSY
4.1- Slendro, Pelog y escala hexatona.
En su búsqueda de nuevas sonoridades, Debussy descubrió la cultura musical javanesa del “Gamelan” (en la Exposición Mundial de Paris de 1889. A través del uso textural que hacían de la escala pentáfona Slendro y del sistema se siete sonidos de Pelog, en el que todos los sonidos pueden ejecutarse a la vez con cualquier combinación, de manera que el resultado es una masa sonora sin dirección.
El Slendro al carecer de fundamental, fue muy útil para los intereses del autor, que aplico los mismos principios de sus uso javanés a escalas artificiales occidentales como es el caso de la hexátona. De tal forma que: no existe fundamental, cada nota puede sonar conjuntamente con cualquier otra, no existe relación disonante, diferentes procesos simultáneos igual de importantes se pueden dar en el discurso musical y no existe jerarquía entre melodía y acompañamiento.
En cambio el Pelog de siete notas al tener un parecido al modo frigio no es tan valido para la ambigüedad del Slendro o la escala hexátona y, su uso es mas inusual.
4.2- Texturas.
Uno de los procedimientos nuevos que aporta la música de Debussy, es el crear novedosas sensaciones sonoras en los receptores. Las texturas estáticas sin principio ni fin aparente y de una consistencia uniforme, no solo con el Slendro sino con cualquier asociación de sonidos sin nombre concreto como grupo o tonalmente clasificables, es típico de Debussy en obras como Pagodas o La Mer.
Este echo en principio podría resultar un problema para el desarrollo del discurso, pues se acusa la indiferenciacion en el curso temporal del donde y el adónde. Pero es esta misma ambigüedad aquella que le permite mutarse con asombrosa facilidad y ligereza.
4.3- Mixturas
Mixtura Real. Se trata de un desplazamiento paralelo de un mismo tipo de acorde.
Mixtura Tonal: Desplazamiento paralelo de acordes formados a partir de las notas de una tonalidad.
Mixtura Atonal: Desplazamiento de distintos tipos de acordes mezclados (mayores y menores, por ejemplo). Lo que crea una relación muy cercana al no estar emparentados tonalmente.
Mixtura Modulante: Debussy aprovecha este movimiento paralelo para evadirse tonalmente con facilidad.
Mixtura de Slendro: Igual que la mixtura tonal pero con escala pentáfona.
Mixtura de Encuadre: Octavas paralelas en voces extremas envuelven otras armonías que no se mueven igual.
Polifonías de Mixtura: dos o más tipos de mixturas enfrentados.

4.4- Simbolismo, Esoterismo, Naturaleza y proporción.

Otra forma de estructurar la obra de Debussy formalmente y de ordenar de forma novedosa el material sonoro fue la adaptación al lenguaje musical, de ideas filosóficas o matemáticas.
El contacto y convivencia continuado con otros artistas y pensadores estimulo el deseo de transformar sus inquietudes intelectuales a su trabajo, aunque Debussy no difundió en exceso tu técnica compositiva esta comprobado a través del análisis, el uso de estas aplicaciones en los distintos parámetros musicales.
La proporción Áurea, es el eje en la forma de obras como La Mer, aunque también participa en la distribución de la armonía de multitud de sus obras como por ejemplo: Reflets dans l´eau.
Algunas concepciones pitagóricas sobre la jerarquización interválica como es el caso de la proyección de la decisión de la octava, e también muy utilizada por Debussy.